El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) es el trastorno psiquiátrico por excelencia en niños y adolescentes. Aparece en un 5% de niños en edad escolar, es decir que en cada clase existen unos dos alumnos con TDAH. Se caracteriza por una importante inatención que impide que el niño pueda centrarse en cualquier actividad que no le genere un importante estímulo. Esto se acompaña de gran hiperactividad, conductas impulsivas, baja tolerancia a la frustración, baja autoestima, problemas de conducta, etc.
Como consecuencia de esto presentan fracaso escolar y dificultades de socialización. Es importante saber que el TDAH sin un tratamiento correcto e integral aumenta de forma importante el riesgo de desarrollo de abuso de sustancias y trastorno de personalidad. El tratamiento recomendado es mixto, farmacológico y psicoterapéutico, siendo el metilfenidato el tratamiento que ha demostrado mayor eficacia y seguridad y la psicoterapia cognitivo-conductual la que mejor aborda las alteraciones de conducta.
Desde hace años se conoce que el TDAH no es exclusivo de los niños, persistiendo en la edad adulta en un importante número de casos. En los adultos los síntomas cambian de forma sustancial respecto a lo que vemos en niños, siendo lo más destacable, la distraibilidad, las dificultades de planificación y organización, con olvidos frecuentes y dificultad para terminar tareas. La hiperactividad que vemos en niños va desapareciendo en la adolescencia cambiando por una sensación de inquietud interior. Se acompaña de importante interferencia en la actividad laboral, en las relaciones con los demás y en la planificación de su propia vida.