Con más de 1000 duelos resueltos en clínica que me acredita como una profesional con gran experiencia en este tema, quiero decir al lector:
- Que el duelo tiene una evolución natural y el ser humano tiene la capacidad de adaptarse al cambio que supone la pérdida de un ser querido, de estatus o de posesiones.
- Esta capacidad para reorganizarse de nuevo, consiste en situar en su mente dicha pérdida, con toda la carga positiva y negativa que le unían al elemento del duelo: persona, estatus, trabajo, objeto y reconstruyendo una vivencia positiva y comprensión de la situación de pérdida en sí como aprendizaje.
En el duelo por la pérdida de un ser querido, la elaboración de esta pérdida es más rápida si la relación con el muerto ha sido positiva y si nos ayuda el entorno social, de aquí la dimensión antropológica del duelo en cualquier cultura y sociedad.
La duración de este proceso, en evolución natural, suele ser de 3 años aunque existen personas que necesitan de más o menos tiempo pero toda persona tiene el derecho a aliviar el periodo e intensidad del dolor de duelo.
A mi entender, como psicoterapeuta, sólo cuando el duelo comienza a “atascarse”, hemos de pensar en la ayuda profesional de un psiquiatra o psicoterapeuta. De acuerdo con los múltiples enfoques psicoterapéuticos: conductuales, humanísticos, cognitivos o dinámicos. Estas ayudas disminuyen el tiempo y el dolor que provoca el duelo.
En mi experiencia, seguir los pasos de la Dra. Kübler-Ross para elaborar las distintas fases del duelo, es tranquilizante para el paciente pues siempre le queda una guía o camino escrito para saber el proceso en el que está inmerso.
Existe la posibilidad de elaborar el duelo en grupo, pero se necesita un buen terapeuta, pues las personas “empantanadas” en su dolor son especialmente sensibles al dolor de los otros y como consecuencia sienten que se hunden más en su propio dolor y su salida natural les lleva a abandonar el grupo (huida).
Hoy día, mi experiencia con la hipnosis posteriksoniana nos permite elaborar en 3 horas el duelo. Para tener estos resultados potenciamos esta técnica con los estadios evolutivos descritos por la Dra. Kübler-Ross y unimos la teoría del conflicto (dinámica), con esta fusión de técnicas aseguramos la elaboración del duelo y la resolución de los conflictos existentes en la relación con el muerto (el perdón) que conllevan a que el vivo pueda sentir la vida y se dé permiso para salir fortalecido psicológicamente de esta pérdida y comenzar a gozar y mirar a los que le rodean y están en el día a día con él.
Posteriormente una supervisión durante 1 mes (2 sesiones de psicoterapia) permite centrarse bien y vivir sin culpa el comienzo del gozo que supone sentirse de nuevo vivo.